LA CEBRA CAMILA
Un día la cebra Camila salió de su casa sin sus pantalones de tirantes y una ráfaga de viento se llevó un puñado de rayas de su cuerpo. Eso la entristeció enormemente. No obstante, su pena irá disminuyendo a medida que diferentes personajes le proporcionen elementos para decorar su cuerpo. A través de un juego de transparencias, podemos narrar el cuento y hacer partícipes a los niños y a las niñas para que modifiquen la apariencia de la cebra y esta se siente cada vez mejor.
Materiales y elementos necesarios
- Libro “La cebra Camila” de Marisa Núñez y Óscar Villán, Kalandraka.
- Dos láminas transparentes DIN A3: una lámina, con las rayas de la cebra que se lleva el viento, y otra lámina, con el cuerpo de la cebra sin las rayas y con trozos pequeños de velcro para añadir los elementos que decorarán su cuerpo.
- Elementos del cuento plastificados: pantalones y tirantes de la cebra, mariposa, bases del suelo con las lágrimas que le caen a la cebra, elementos que los personajes dan a la cebra (anillo amarillo de la serpiente, raya plateada del caracol, banda azul del arco iris, puntilla de tul de la araña, cuerda de violín de la cigarra, cordón del botín de la oca, cinta de cabello de su madre). Estos últimos elementos llevan velcro para poder adherirlos al cuerpo de la cebra.
Desarrollo del taller
- Repartimos entre los niños y las niñas los elementos que los personajes proporcionan a la cebra Camila.
- Narramos el cuento utilizando las láminas. A medida que aparecen los diferentes personajes, los niños y las niñas decoran el cuerpo de la cebra con los elementos que estos le proporcionan. Otro niño o niña va añadiendo las bases del suelo y cuenta la lágrimas que llora la cebra después de recibir cada obsequio.
- Cuando los niños y las niñas conozcan más el cuento, podrán actuar representando a los personajes y reproduciendo los diálogos.
8 de julio de 2019
cuentacuentos, escenificación